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ACCIDENTES: CULPABILIDAD COMPARTIDA

Publicado: 2010-11-16

A diario como reportera del noticiero me toca ver y cubrir todo tipo de accidentes, por eso puedo decir y admitir, que casi siempre culpamos de ello al chofer porque supuestamente manejó irresponsablemente el vehículo, o a la excesiva velocidad, el alcohol y demás etcs. Sin embargo creo que en muchos casos, la responsabilidad y culpabilidad es compartida, por los pasajeros y peatones, por la gente de a pie, por distracción, irresponsabilidad, por flojera o simplemente porque no tomaron las precauciones, y las leyes de tránsito les son ajenas.

Sin ir muy lejos, en el caso de Carlos Cacho, todos sabemos que él manejaba en estado de ebriedad cuando atropelló al vigilante, y por ello debe pagar con prisión o con la sanción que el juzgado disponga, sin embargo la víctima, el vigilante que fue atropellado, según el parte policial también caminaba bajo los efectos del alcohol. Y si bien alguien con copas de mas y un auto es un potencial homicida al volante, hay que reconocer que un peatón borracho también podría ser considerado un suicida suelto en las calles, al exponerse a cualquier accidente o atropello.

Pero lo cierto, es que nadie toma las previsiones hasta que realmente ocurre algo. Hace unas semanas me tocó cubrir el doloroso caso de unos padres que buscaban el cuerpecito de su bebé de 7 meses, que salió despedido de la camioneta en plena carretera Churín, cuando se volcó y cayó al precipicio, un caso realmente triste.

Y si bien el accidente fue fortuito, esta angustia en los padres pudo haberse evitado, si es que el bebé hubiera viajado como se debe. Y es que el problema fue que el pequeño iba en un asiento de bebé que no estaba asegurado, apenas si tenía una correa que lo sujetaba al asiento por la cintura, por eso con el impacto de la camioneta al chocar contra el cerro y posterior volcadura, su cuerpo salió, voló y nunca fue encontrado.

Han pasado dos meses desde entonces y pese a la búsqueda, no se ha podido encontrar su cuerpecito, porque cayó al río que es tan complicado y movido, que seguramente lo arrastró o lo atrapó entre las piedras y las rocas. Lo peor es que ahora es imposible encontrar algun rastro de su cuerpo, pues por lo pequeñito que era, solo debe quedar el cráneo o fémur, es decir una búsqueda imposible. Me tocó acompañar a la policía en ese intento dos días y fue en vano, la corriente arrastró a los buzos, que pese a sus denodados esfuerzos no pudieron exponerse mas.

Pero pese al dolor del que fui testigo en éste y otros muchos casos, reconozco que nunca he sido tan conciente de cómo prevenir un accidente o como se causan, hasta que me pasó a mi.

Viajaba en un taxi, me senté en el asiento posterior y no me puse cinturón de seguridad, porque confieso nunca lo hacía. Minutos después, cuando estaba a punto de llegar al canal, otro taxi lo chocó y del impacto, tuve un fuerte sacudón en el cuerpo. No le dí importancia, me fui caminando al trabajo como si nada, dos horas después el dolor en el cuello me hizo parar, mas aún cuando me llamo al vómito. De inmediato me trasladaron a una clinica, el resultado: una semana en cama producto de un esguince en hombro y cervical producto del impacto del accidente, de ese sacudón que pudo evitarse si me hubiera colocado cinturón de seguridad.

Así las cosas, ahora que se ha empezado a multar a los peatones que incumplen las normas de tránsito, espero que realmente sirva de algo, que el respeto a las normas de tránsito sea una realidad y no una utopía plasmada en el papel y ante las cámaras un par de días. Espero que realmente se tome conciencia, y que no tenga que pasarnos algo como lo que he plasmado en este post, para que nos preguntemos: por qué no hicimos algo?


Escrito por

crisanris

Periodista, comunicadora digital, tuitera, bloguera y mamá. Trabajé en TV 12 años pero no perdí mi independencia ni la sinceridad


Publicado en

TINTA ROJA

el detrás de cámara de una reportera