EL CRIMEN DE UN HEROE ANONIMO...
Seguramente al ver este video, todos se preguntarán: quién es este muchacho? este joven que actúa como el enamorado tramposo de esta cantante folcklórica poco conocida. Sin embargo lo que nadie sabe, es que este alegre muchacho es nada menos que Jonathan Morán, el suboficial de la policía de 24 años, que fue asesinado la semana pasada, y cuyo cuerpo fue arrojado en los pantanos de villa.
Cuento esta historia porque realmente su caso me conmovió. Era jueves cuando llegué a la casa de este muchacho en san juan de lurigancho. Lo habían identificado apenas horas antes en la morgue por sus huellas dactilares, pues su cuerpo había sido arrojado desnudo en los pantanos de villa con 3 impactos de bala en el cuerpo, sin ropa y sin documentos. Por eso llegué sin imaginar que se trataba de un policía, y que justo llegaría en el momento en que los efectivos de la división de homicidios le daban la noticia a la familia.
El grito que escuché fue desgarrador: noooo, Dios por qué eres malo? por qué te has llevado a mi hijo?... grito que solo una madre impotente ante tan devastadora noticia puede pronunciar, dolor indescriptible que una cámara no puede registrar, por eso simplemente no pude siquiera prenderla ni el micro. Mi camarógrafo y yo por eso decidimos no acercarnos. No era el momento, la familia estaba sumida en el mas profundo dolor. Y es que esta joven madre, acababa de enterarse que su hijo menor, el engreido, el que siempre la cuidaba, había sido asesinado y de la forma mas cruel y despiadada.
Me quedé afuera, me senté en la vereda del frente y entonces pude ser testigo de cómo familiares y amigos, todos los vecinos, grandes y pequeños, ancianos y adolescentes, empezaban a correr contándose la noticia, y como poco a poco sus mejillas empezaban a llenarse de lágrimas. El dolor en la cuadra era tal, que el llanto parecía llamar a mas y mas gente, tanto que hasta las amigas de colegio que vivían a la espalda de su casa, llegaron al lugar sin imaginar lo que encontrarían, pue Jonathan era el mas querido del barrio, era amiguero, era ese hermano, ese primo, el amigo de todas las adolescentes que por ahí vivían, pues las cuidaba y aconsejaba.
Lo mas triste es que los vecinos tampoco se atrevían a preguntarle a los padres del muchacho como fue su muerte, como ocurrió si ellos no se lo explicaban. Apenas el día anterior lo habían visto caminando por la calle, sonriendo y saludando a todos como siempre. Por eso se acercaban a mi, la portadora en ese momento de la mala noticia para pedirme detalles. Era difícil, quería no contestar, pero ante su insistencia, les contaba aunque sin detalles.
Al poco rato, entonces vi al papá de Jonathan, se paró en la puerta, empezó a recibir a los vecinos y me asombró verlo tranquilo. Me dije, como ex policía seguramente estuvo preparado para este momento, porque saben que el hijo puede morir en cualquier momento en acto de servicio, me dije psicológicamente debe estar fuerte para poder apoyar a su familia, a su esposa, porque siendo padre de 2 hijos, quienes también escogieron servir al país como él, como policías, debe saber en servicio lo bueno y lo malo, todo puede pasar.
Lo extraño sin embargo, fue que al día siguiente cuando regresé, fue el propio padre del muchacho el que se me acercó y me habló. Lo raro en este caso, fue que me pidió disculpas por no hablarme el día anterior, nunca antes me había pasado, ese gesto me conmovió. El entendía mi trabajo y yo lo entendía a el, por eso le dije que no se preocupara, que yo no me acerqué y me senté enfrente el día anterior, que no lo perturbé con preguntas porque sabía que pasaba por el peor de los momentos.
Luego empezó a contarme como fue su hijo y entonces toda esa fortaleza que parecía inquebrantable se derrumbó. Su voz gruesa se quebró y se convirtió en un alarido de llanto, apenas si podía hablar. La respiración parecía cortarsele por ratos. No podía mas y empezó a hacer su catarsis conmigo. Ese dolor guardado que no podía mostrar ante su esposa para darle fuerza, entonces empezó a desahogarlo, por eso simplemente me desgarró el corazón, y es que lo que mas le dolía es que su hijo no era solo un policía, no era uno mas, no era cualquier policía, era un muchacho con un prometedor futuro que cursaba el 11vo ciclo de derecho pues quería asimilarse como oficial, ascender en la policía.
Empezó a contarme orgulloso como su hijo a quien vemos en esta foto con los amigos del barrio, logró capturar a los 2 delincuentes que un mes antes escaparon de la comisaría Monserrat, como fue su hijo el que gracias a su labor de inteligencia logró desbaratar varias bandas dedicadas a la venta de drogas, y como según su teoría, su hijo habría sido asesinado por venganza. Los delincuentes nunca le habrían perdonado que fuera tan bueno en lo que hacía, tanto que le dieron un primer aviso.
Dos semanas antes lo reconocieron en una intervención policial, el dio el dato vestido de civil en una bicicleta, pues su labor era de inteligencia, por lo que le golpearon la cabeza con un bate de béisbol. Desde entonces empezaron las amenazas al celular a las que el no prestaba atención. Justo el día de su muerte, pese a estar con descanso médico, salió de su casa para pedir a la universidad que le extendiera el plazo para iniciar sus prácticas profesionales debido a que continuaba con dolores de cabeza. Llevaba puesto el collarín producto del golpe con el bate de beisbol.
Pasaron las horas y se perdió toda comunicación con el, su papá me cuenta lo llamaba al celular y estaba apagado, entonces un extraño presentimiento empezó a embargarlo, sin embargo pese a todo al ver las noticias temprano no imaginaron que era el. Quien podría ser tan cruel para matarlo de esa forma y dejarlo abandonado en la calle como si fuera un delincuente? por eso su familia exige justicia y un merecido reconocimiento.
Para la familia, para los amigos se trata de un héroe anónimo que dio su vida al servicio del país, que fue asesinado por consecuencia de un acto de servicio, combatir al narcotráfico, por eso creen merecería ser ascendido póstumamente y reconocido como tal, como un buen policía. Me sumo a este pedido porque creo que realmente el pedido de los padres está justificado, porque si bien nada les devolverá al hijo querido, por lo menos sentirán que esa entrega valió la pena.
Por eso ministro del interior, espero que este post pueda servir de algo, que las investigaciones determinen quienes fueron sus asesinos y paguen tras las rejas el dolor causado a esta familia. Es cierto, hay malos policías, pero también los hay buenos y muy buenos, es hora de reconocer a quienes hacen su trabajo. Este muchacho fue asesinado por ser bueno en lo que hacía, murió por capturar vendedores de droga, murió por una venganza. Estoy segura que el tiempo le dará la razón a esta familia, y no a las versiones antojadizas de ciertos medios que especulan con el dolor y hablan sobre un motivo pasional, cuando este muchacho no tenía enamorada ni novia, solo amigas como cualquier joven.