#ElPerúQueQueremos

Aprendiendo…

Publicado: 2012-12-02

Siempre creí que para enseñar se necesita un don especial, un "no se qué", un carisma único que te permita poder transmitir lo que sabes, en la especialidad que te toque, pues puedes saber mucho pero transmitirlo a alguien, realmente enseñarle, lograr que aprenda es otra cosa. En esta vida me han tocado maestros que me han dejado huella pero también conocer gente que si bien conocía mucho no sabía calar en sus alumnos, no sabían dejar entenderse, por eso este año fue mas que especial, fue único al permitírseme dejar alguna huella en esas cabecitas que me tocó moldear con el curso de producción audiovisual.

Este año tuve el privilegio de ser docente de 88 alumnos del quinto ciclo de la universidad San Martín de Porres, cada uno super especial, chicos realmente talentosos, alegres, empeñosos, responsables de quienes aprendí mucho, pues su ímpetu, su alegría, su jovialidad, la unión entre amigos, la espontaneidad y creatividad que dejaron relucir en sus trabajos, me hizo creer nuevamente en que hay una esperanza para el periodismo, para los comunicadores.

Chicos que tienen la ética como premisa, y que espero puedan mantenerla a lo largo del camino laboral que les toque recorrer, sin embargo este post se lo quiero dedicar a Lizbeth, una de mis alumnas de la universidad, porque con su historia he aprendido a valorar de otro modo la vida.

Siempre recordaré que el primer día de clase, la encontré primerita en el aula, era media hora antes de mi clase, quise llegar temprano para familiarizarme con la PC de la universidad y todo el sistema y ella ya estaba ahí. Afanosa se me acercó y de inmediato me pidió disculpas, me dijo "este sombrero lo llevo no por monería ni para faltarle el respeto, sino porque tengo cáncer". Créanme, tamaña confesión me dejó casi sin habla, no me lo esperaba pero de inmediato, ella me sonrió y me dijo que tenía especial interés en mi curso.

Pasaron los días, como siempre aplicada, Lizbeth llegaba a mi clase, participaba y comentaba, todo parecía normal, hasta que de pronto un día faltó. Su compañero me dijo que había tenido una crisis, que no podría asistir, la internaron de emergencia, el diagnóstico del doctor fue simplemente descansar. Sin embargo lejos de rendirse, ella me llamó, me pidió que le diera plaza para recuperarse, quería asistir a mi clase.

Tenía un cuadro de neumonía que sumado al cáncer y a la epilepsia que padece parecía no dar alguna esperanza de volver a verla, sin embargo terca ella se mostró combativa a la enfermedad, se repuso y volvió a clases. Llevaba 5 cursos pero solo fue a mi clase, por qué? por alcanzar su sueño. Ella estudia Comunicaciones porque tiene en mente hacer una película que narre parte de su vida, un sueño que cree quizás no pueda a cumplir del todo porque tiene una batalla contra el tiempo, sin embargo es fuerta, no se rinde por eso apostó en el corto que les dejé como trabajo final de curso, ese sueño. Sus compañeros, los mas buenos del mundo, se sumaron a ese sueño, y trabajaron por ello. Es así que contra la enfermedad, pese a que a veces se desmayó, sangró o convulsionó en las grabaciones, Lizbeth y su grupo pudieron dar vida a este corto que lleva como nombre Amalgama.

Este es el corto que con tanto empeño ella trabajó. Es su historia, parte de su vida, es su mejor actuación... Ella lo musicalizó, su mejor amigo adaptó su guión, sus compañeros trabajaron unidos, para sacar a flote este proyecto, que mas que una tarea de universidad, que mas que un trabajo por tener una nota, se convirtió en la lucha por darle vida a ese sueño de que ella vea en su corto, esa película por la que se matriculó en la universidad.

Pero si hay algo mas que admirable en toda esta historia, es que sus papás apuesten por ella, y que lejos de bajonearse, la impulsen y le sigan pagando la universidad, sus estudios, porque eso permite que ella viva, creo que esas ganas de alcanzar sus ideales son las que la mantiene en pie, las que hace que con muletas o en silla de ruedas ella haya asistido a mi clase. Sin querer me convertí en parte de ese sueño, sin querer pude ayudarla a cumplirlo, por eso me siento feliz.

Es mas, Lizbeth en su pasión desenfrenada por lograr que este corto sea cual lo esperado, quiso vender la entrada al concierto de Lady Gaga que su familia le regaló con tal de pagar a un actor profesional. Cuando me enteré simplemente la aterricé, le dijo que no, que solo le aceptaría su corto si ella asistía al concierto. Ella me decía que para qué, que no creía que pudiera llegar para esa fecha, pero yo le dije que SI, así que la condicioné, la obligué prácticamente a dejar que uno de sus compañeros del aula actuara para que conservara el boleto y asistiera al concierto.

Terminada la grabación de su corto durante casi un mes, Lizbeth recayó y nuevamente fue internada, sin embargo pidió permiso al doctor para que la dejara asistir a la presentación de su video en clase. No se cómo lo logró, pero fue en silla de ruedas acompañada de su mamá, y yo realmente me sentí feliz, porque su sueño se cumplió.

Es mas, me sentí aun mas contenta cuando encontré en el internet estos videos que confirman que Lizbeth cumplió su otro sueño, ir al concierto de Lady Gaga, me sentí en ese momento parte de ese logro también.

Las clases se terminaron, ya no hay mas universidad por lo menos por este año, y me siento mas que agradecida con la oportunidad de haber sido maestra, con la oportunidad de haber podido aprender de mis alumnos. Me siento agradecido por haber conocido a Lizbeth, la prueba viviente de la fortaleza del alma, de la fe que mueve montañas, de la lucha incansable por vivir y alcanzar sus sueños.

Escribiendo este post encuentro este nuevo video de Lizbeth subido al youtube donde cuenta que nuevamente la han internado en la clínica. Solo me queda decirte que eres una luchadora, que me siento orgullosa de ti, de haber sido tu maestra, y que estoy segura que ese ímpetu que has demostrado por lograr lo que te propones, te llevará a seguir siendo el ejemplo vivo de que los pronósticos médicos se equivocan, porque no pueden contra esa fortaleza del alma, de espíritu que tu llevas y plasmas en cada paso que das... Gracias por permitirme seguir aprendiendo, siendo tu maestra.


Escrito por

crisanris

Periodista, comunicadora digital, tuitera, bloguera y mamá. Trabajé en TV 12 años pero no perdí mi independencia ni la sinceridad


Publicado en

TINTA ROJA

el detrás de cámara de una reportera